VÁCLAV KLEMENT
Václav Klement procedía de una familia de origen humilde. En vez de convertirse en el herrero de su pueblo, se le presentó la oportunidad de trabajar como aprendiz de librero. De joven, se hizo cargo de una librería en Mladá Boleslav, que además transformó en una tienda general y una tienda de bicicletas en la que vendía piezas de recambio. Su curiosidad insaciable, su creatividad ilimitada y su buen olfato para los negocios convirtieron a Klement en un socio fantástico para Laurin, que era bastante exigente.